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De First Five Years Fund

Un nuevo informe revela que la rotación de educadores de la primera infancia interrumpe las relaciones niño-maestro, las cuales son cruciales para los resultados del desarrollo infantil. Los investigadores descubrieron, además, que la rotación es mayor en los centros de cuidado infantil donde los salarios son más bajos y en los centros que atienden a niños cuyas familias reciben subsidios. En los centros donde el salario promedio era inferior a $10 por hora, el 23,1% del personal abandona su puesto en el transcurso de un año. Sin embargo, en los centros donde el salario promedio era igual o superior a $25 por hora, la rotación anual promedio es del 7,5%. Estos hallazgos enfatizan la importancia de remunerar adecuadamente a los educadores de la primera infancia para garantizar que los niños reciban atención de alta calidad con continuidad.

Las investigaciones demuestran claramente que la calidad de las interacciones y relaciones entre niños y maestros es el factor más importante para respaldar resultados positivos en el desarrollo infantil. Los niños se benefician de un apego estable a sus cuidadores, pero cuando los educadores de la primera infancia abandonan el campo, a menudo debido a la baja remuneración y las deficientes condiciones laborales, los niños pequeños experimentan una interrupción en su aprendizaje y desarrollo. Un estudio de Head Start descubrió que los niños pequeños que experimentaron una alta rotación de maestros tuvieron menos avances en vocabulario y alfabetización, así como un aumento en problemas de comportamiento según lo informado por los padres, en comparación con sus pares que tuvieron más continuidad con sus educadores.

Otras investigaciones confirman que los salarios de los educadores de la primera infancia están positivamente asociados con la calidad del programa y negativamente asociados con las tasas de rotación. En todo el país, los estados han estado trabajando para aumentar la remuneración y ofrecer bonificaciones salariales a los educadores de la primera infancia, particularmente en medio de la pandemia, ya que los trabajadores de cuidado infantil han enfrentado profundos desafíos económicos y de salud al servir a los niños pequeños y sus familias. Un estudio en Virginia utilizó fondos de una subvención federal para el Desarrollo Preescolar para implementar el Programa de Reconocimiento Docente, que ofreció un bono de $1,500 durante un período de ocho meses. Los resultados muestran que este bono redujo la rotación del 40 al 18% entre los maestros asistentes y del 30 al 14% entre los maestros principales en los centros de cuidado infantil.

El informe concluye destacando que los salarios, los beneficios, las condiciones laborales y los subsidios para los programas de cuidado infantil deben diseñarse teniendo en cuenta la rotación y sus efectos en los niños. Dado que la nación ya tiene muchos estudiantes jóvenes rezagados debido a los efectos de la pandemia, es esencial aumentar las inversiones federales para garantizar que la fuerza laboral de cuidado y educación temprana sea remunerada adecuadamente, y que los niños reciban el apoyo continuo y de alta calidad que necesitan.

Lea el informe completo aquí.